viernes, 26 de septiembre de 2014

El discípulo no nace, se hace

La tarea más importante para una persona que ha aceptado a Jesucristo como Salvador y Señor de su vida debe ser el llegar a desarrollarse como un discípulo. Para lograr esto debe procurar con diligencia conocerlo más cada día y seguir sus enseñanzas, de tal forma que estas se transformen en su estilo de vida.
Pero, ¿quién es un discípulo? Un discípulo es alguien que estudia a los pies de su maestro para aprender de él, no solo acerca de sus enseñanzas pero también en su manera de ser y hacer. El Señor comisionó a sus seguidores para que hagan discípulos a todas las naciones. Jesucristo nos llama no solo a imitarle pero por sobre todo a obedecerlo de corazón.
Entonces, no es suficiente con bautizar a un nuevo creyente en Cristo. Lo más importante es su formación como discípulo, pues esto le ayudará en su crecimiento y madurez como cristiano. Para ello, la iglesia debe comprometerse con lo que dice la Escritura y enseñar correctamente sobre la verdad de quién es Dios y la realidad de su presencia entre nosotros.
Para que una persona pueda convertirse en un abogado o médico debe estudiar leyes o medicina para así recibir el conocimiento y la formación que se requieren para transformarse en abogado o médico.  De igual manera, el discípulo de Cristo necesita estudiar en la escuela del discipulado, donde nunca se deja de aprender, a fin de transformarse en un verdadero seguidor del Maestro. Esta capacitación lo preparará para a la vez convertirse en un formador de otros discípulos.
La escuela del discipulado es la única escuela en la que el alumno cumple un doble papel; unas veces es maestro y otras veces es aprendiz. El libro que se estudia en esta escuela del discipulado es la Biblia, por lo que la formación de los discípulos debe ser esencialmente bíblica.
Le invitamos a que viva un discipulado bíblico genuino y de compromiso total con el Maestro de maestros, nuestro Señor Jesucristo. 
La Casa Bautista de Publicaciones/Editorial Mundo Hispano mantiene este apasionado enfoque: “Comunicar el mensaje de Jesucristo y facilitar la formación de discípulos por medios impresos y electrónicos”.
Raquel Contreras
Directora General CBP/EMH

Importante: Tenemos una presentación en power point del bosquejo/contenido del libro Los hábitos de Jesús que le ayudará en el estudio de “31 hábitos del Maestro”. Pídala a: dfajardo@editorialmh.org

viernes, 12 de septiembre de 2014

Septiembre, Mes de la Biblia

Los cristianos reconocemos que la Biblia es la Palabra de Dios. Por esta razón, ella ocupa un lugar muy especial en nuestro corazón. Es en la Biblia donde podemos encontrar la paz que necesitamos, porque sus palabras nos orientan y nos consuelan.

Los cristianos de habla hispana celebramos en septiembre el Mes de la Biblia, porque fue el 26 de septiembre de 1569 que vio la luz la primera Biblia impresa en español. Esta es la llamada Biblia del Oso, porque en su portada aparece un oso comiendo miel de un panal. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, es la que dio origen a la famosa versión “Reina Valera”.

La primera impresión de la Biblia en español fue de 250 ejemplares. Hoy la Biblia en español se imprime en grandes cantidades y en diversos países. Pero siempre con el deseo de que más personas puedan tener su propio ejemplar, de tal manera que la puedan atesorar como su guía fiel.

Muchos han dicho frases especiales acerca de la Biblia, por ejemplo:

Isaac Newton, el gran científico, dijo: "Encontramos las Escrituras de Dios como la más sublime filosofía. Yo encuentro más evidencias de autenticidad en la Biblia que en cualquier otra historia impía sin importar cuál sea”.

Gabriela Mistral,  la gran poetisa chilena, escribió: "Biblia, libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte, poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos. Yo te amo todo, desde el nardo de la parábola hasta el adjetivo crudo de los Números”.

Napoleón Bonaparte,  el gran general francés, dijo: “Si yo tuviera muchos Generales que leyeran cada día la Santa Biblia estaría seguro del éxito de mi nación”.  

Tomás Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos, dijo: “Siempre he dicho y diré que el estudio de la Sagrada Biblia hará mejores ciudadanos, mejores padres y mejores esposos”.  

Y usted, ¿qué dice? ¿Qué significa la Biblia para usted? Le invitamos a leer la Palabra de Dios todos los días y a disfrutar cada una de sus expresiones. Pero por sobre todo le invitamos a vivirla y a decir junto con el Salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105) VMH.

Raquel Contreras
Directora General
Casa Bautista de Publicaciones/ Editorial Mundo Hispano