viernes, 19 de diciembre de 2014

Navidad, celebración de gozo y esperanza

El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz. A los que habitaban en la tierra de sombra de muerte, la luz les resplandeció. Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto” (Isaías 9:2, 6, 7 RVA).

En medio del sufrimiento de su pueblo, Dios, por medio de su profeta, anuncia la encarnación del Mesías. Esta es una de las verdades más grandes y misteriosas de la Biblia. Sin embargo, es una verdad que trae gozo, esperanza y consuelo a todo aquel que decide creerla y aceptarla, y refugiarse en ella.

¿Se ha preguntado alguna vez, cómo sería este mundo si Jesús no hubiera nacido tal como ocurrió? Si Jesús no hubiera nacido el planeta Tierra sería el lugar más triste y solitario para vivir. Pero sabemos que el nacimiento de Jesús sí ocurrió tal y como fue anunciado por los profetas en el Antiguo Testamento. Y es por eso que ahora celebramos su nacimiento. Y debemos hacerlo con gozo y esperanza, porque Jesús nació para traernos salvación.

Alrededor del nacimiento de Jesús ocurrieron algunas cosas maravillosas que no solo sirven para confirmar las cualidades inmutables de su carácter sino también para mostrarnos que Dios tiene un verdadero interés por la salvación de toda la humanidad, y que él quiere que vivamos con gozo y esperanza.

En el anuncio del ángel a María se refleja el interés especial que Dios tiene de involucrar a la mujer en sus planes. En el anuncio a los pastores se reafirma el interés de Dios en toda persona sin importar su clase social, su profesión o aun su educación. En el anuncio a los reyes sabios se ratifica la importancia de que el mensaje de Dios es para todos, aun para los ricos e intelectuales. Al permitir que Simeón y Ana tuvieran la oportunidad de ver y aun tocar al bebé Jesús confirma el hecho de que Dios bendice la fidelidad de sus siervos.

Navidad es una fiesta en la que Dios mismo es el regalo precioso de luz a una humanidad que se debate en medio de la oscuridad. Dios se hace carne y viene a nosotros en una misión de paz y reconciliación.  Dios deja su gloria para identificarse con la humanidad. ¡Qué grandiosa forma para entablar comunión con nosotros!

¡Navidad es un tiempo donde debemos reafirmar, compartir y proclamar que el gozo y la esperanza verdaderos solo vienen por medio de Jesús!


David Fajardo
Conexiones

viernes, 5 de diciembre de 2014

¡Imitemos a Jesús!

Si usted supiera que va a vivir diez, quince, veinticinco, treinta o cincuenta años más, ¿cómo le gustaría “gastar” su vida? ¿Qué le gustaría hacer?

Algunas preguntas que debemos responder hoy antes de pensar en el futuro son: ¿Por qué motivo se levanta usted de la cama cada mañana? ¿Qué propósito orienta sus actividades?
¿Cuál es su pasión en la vida? ¿Hacia dónde dirige su vida? ¿Por qué y para quién hace lo que hace?
¿Sabe usted que lo que sembramos ahora lo cosecharemos en el futuro?

Quiero proponerle que ¡Imitemos a Jesús! Jesús ordenaba su programa de actividades, su rutina diaria, alrededor del propósito que el Padre tenía para su vida. Cada persona que sanó, cada sermón que predicó, cada parábola que contó, cada milagro que hizo, cada palabra que dijo y cada oración que elevó al Padre tuvo como fin la salvación de las personas.

Eventos en la vida de Jesús como: Su nacimiento humilde, su bautismo público, la traición de Judas, la negación de Pedro, los latigazos que recibió, su crucifixión y sufrimiento, su sangre derramada, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión, todos giraron en torno a su propósito de ganar a los perdidos.

Que el ejemplo de Jesús nos motive e inspire a tomar la firme decisión de tener una buena razón para vivir, sirviendo a Dios y haciendo una diferencia para él en el mundo. ¡Imitemos a Jesús!

David Fajardo
Conexiones Mundo Hispano



Nota: Solicite, como regalo, dos presentaciones en powerpoint que le ayudarán a estudiar el libro Los hábitos de Jesús. Pídalas a: familiasbendecidas@editorialmh.org