jueves, 15 de mayo de 2014

La mejor herencia




“La familia es la base y fundamento de la sociedad”. Esta frase muy usada y repetida todo el tiempo por los sociólogos modernos es una realidad desde el comienzo mismo de la raza humana. Dios creó al ser humano en familia. Así que, este no es un gran descubrimiento de la era moderna.

Es en la familia donde aprendemos a desenvolvernos en la sociedad. Es en la familia donde formamos nuestros valores, nuestras costumbres y aun aquellos deseos que impactarán en la comunidad donde nos desenvolvemos.

Los padres cristianos tenemos una doble responsabilidad al formar a nuestros hijos, pues no solo debemos enseñarles valores y costumbres sanas sino especialmente guiarles a conocer a Dios como una realidad en sus vidas. Los hijos deben aprender de sus padres a permanecer fieles a Dios. La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es que conozcan a Jesucristo y permanezcan en él.

Nuestro autor Ken Blanchard en su libro “Guía a tu familia como lo haría Jesus”, dice que hay cinco hábitos que los padres debemos desarrollar y enseñar a nuestros hijos para que ellos puedan conocer a Dios; estos son:

1. Soledad: El Salmo 46:10 dice: “Estad quietos y reconoced que yo soy Dios”. En estos tiempos pasar tiempo a solas con Dios parece una pérdida de tiempo pero es ahí donde debemos comenzar nuestro día, en quietud delante de Dios.

2. Oración: En Mateo 6:9, 10 Jesús oró: “Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad como en el cielo así también en la tierra”. Es a través de la oración que encontramos la voluntad de Dios para nuestra familia. Debemos hacer que nuestro hábito de orar sea modelado a nuestros hijos.

3. Estudiar y aplicar las Escrituras: 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra”. Nuestros hijos deben ver y oír que sus padres conocen las Escrituras, las repiten y las practican.

4. Aceptar el amor incondicional de Dios: Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes”, dice el SEÑOR, planes de bienestar y no de mal, para darles provenir y esperanza”. El plan más importante que Dios tiene para la familia es que en ella se aprenda a amar incondicionalmente a los demás y a Dios principalmente.

5. Participar en relaciones de apoyo: Jesús se rodeó de un grupo selecto de amigos con los que convivía. Los padres debemos enseñar a nuestros hijos esto. La mejor manera de hacerlo es guiándolos a participar en una iglesia local en donde ellos pueden aprender a vivir en comunidad junto a otros que están también aprendiendo a conocer a Dios.

Todos debemos tratar de que el hogar sea el lugar donde nuestros hijos aprendan a conocer más y mejor a Dios. De este modo nuestra sociedad será impactada por el testimonio de las familias cristianas que nosotros conformamos.


Raquel Contreras
Directora General

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